martes, 13 de diciembre de 2011

Evangelio 11 de diciembre

Evangelio: Juan 1, 6-8. 19-28.
En medio de vosotros hay uno que no conocéis
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba
Juan. Éste venía como testigo, para dar testimonio de
la luz, para que por él todos creyeran por medio de él. No
era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
Y éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos
enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan,
a que le preguntaran:
–Tú, ¿quién eres?
El confesó, y no negó,
confesó:
–Yo no soy el Mesías.
Le preguntaron:
–Entonces, ¿qué?, ¿eres tú Elías?
El dijo:
–No lo soy.
–¿Eres tú el Profeta?
Respondió:
–No.
Y le dijeron:
–¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta
a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?
El contestó:
–Yo soy la voz que grita en el desierto: Allanad el camino
del Señor, como dijo el profeta Isaías.
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
–Entonces, ¿por qué‚ bautizas, si tú no eres el Mesías,
ni Elías, ni el Profeta?
Juan les respondió:
–Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno
que no conocéis‚ el que viene detrás de mí y al que no
soy digno de desatar la correa de la sandalia.
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde
Juan estaba bautizando.

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